Nuestro reto: construir una marca que más allá de vender productos sexuales se interesara por educar en sexualidad y distintos temas que se desglosan de ella. Para lograr esto nos enfocamos en manejar un lenguaje cercano y explicativo con el fin de resolver dudas y sacar a colación aspectos importantes relacionados con el tema principal. Esto lo sumamos a un manejo de piezas gráficas llamativas y que comunican nuestro ADN.
El resultado:
una marca con un ADN sólido que permite hablar de la sexualidad abiertamente y educar de una manera concisa y cercana sobre distintas variantes. El tono de comunicación ha permitido un mayor acercamiento que genera empatía y sentimiento de identificación por parte del público.
Tanto el nombre como el ADN de la marca giran en torno a elementos propios de la química y la ciencia, lo cual nos ha permitido situar el contenido en un ambiente científico y explicativo sin que sea formal o aburrido para las personas que lo consumen.